viernes, 23 de agosto de 2013

Mi casa .

A veces me peleo con mi casa,
Se ensucia la cocina, la ropa se acumula arriba de la cajonera,
algo falla en el baño que hace que cada vez que me bañe se inunde todo,
el espejo sigue apoyado en la pared, no se cuelga,
yo vuelvo tarde y cansada, y ella ahí, igual que como la deje, inanimada.
Compartimos sin hablarnos, sin mirarnos,
ni un momento para las dos.
Yo no le prendo sahumerios ni le pongo música,
y ella no me hace sentir cómoda.
Convivir es así, yo soy así, mi casa no podía ser distinta..
esos enojos que no tienen bien definido el inicio, también se disipan indefinidamente.
Hoy llegué y le sonreí, timidamente, casi que con verguenza,
me esperaba.. templada, confortable, no nos dijimos nada.
Le prendí la radio, me puse a calentar agua para el mate, regué nuestra planta,
me senté en el sillón y la escuché..
la aguja del reloj de pared marcando los segundos,
la heladera vibrando, la estufa en piloto, la lámpara de pie ambientando como me gusta.
A veces es como volver a sentirse por primera vez,
como volver a elegirse.. como entender que si no somos dos en esto no hay ninguna,
y sin más nos amigamos, no hace falta aclarar nada,
no necesitamos protocolos, con un sólo gesto basta.
El romanticismo nos gana y es como si hubiéramos nacido en el instante en que nos conocimos,
así estamos bien.

2 comentarios:

  1. Tenés talento eh!

    Eso sí, me queda una duda.... si un día vos te vas a dormir a otra casa, te hace escenitas de celos? O si algún día ella recibe a dormir a alguien más, vos ardés de bronca y se lo echás en cara? :)

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    1. por ahora no dormí ni una sola noche en otra cosa, yo la extraño!
      y con los invitados, invitamos las dos o no invita ninguna, nos entendemos bien jaja

      gracias :)

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